Ezequiel y Cristian contaron que escucharon una explosión, miraron hacia el anfiteatro y observaron pedazos de bancos que volaban por los aires. Beatriz y Marcelo conversaban en la vereda de la Federación Económica cuando ocurrió el estallido. Dijeron que la tierra se apoderó del paisaje y que los adolescentes corrieron despavoridos.
Nadie sabe con exactitud cómo pasó. Lo cierto es que unos 15 minutos antes de las 14 volaron ocho bancos ubicados al costado del anfiteatro de la plaza Independencia, en el centro de la ciudad, y un adolescente de 14 años fue internado.
Los menores que presenciaron el estallido no tenían una versión coincidente sobre cómo sucedió. Las conjeturas y las hipótesis eran de las más variadas. "Los bancos explotaron de la nada", fue la respuesta más repetida. La plaza estaba llena de estudiantes, y el menor que fue hospitalizado estaba parado con tres amigos a unos dos metros de los bancos.
Los minutos posteriores
Cuando se produjo la explosión, la primera reacción que tuvieron los presentes fue alejarse de la zona, según explicó Beatriz, una mujer que vio lo que pasó desde la vereda del frente. Luego se fueron acercando para auxiliar al menor que había quedado tendido en el suelo, con un pedazo de banco encima.
"Todos salieron corriendo. No sabíamos qué había pasado y teníamos miedo de que se produjera otra explosión. Fue un momento feo", contó Cristian, que estaba sentado con su primo Ezequiel en un banco ubicado en la vereda este de la plaza Independencia. El adolescente herido, cuya identidad se preserva por ser menor de edad, fue trasladado al hospital de Niños. "Estaba inconsciente pero con los ojos abiertos, en shock. Llegaron los policías y le sacaron los escombros de encima", contó una adolescente. El herido asiste a un colegio de barrio Sur. "Cuando llegamos no estaba ninguno de los compañeros. Por eso será importante la declaración del adolescente cuando se recupere", dijo el comisario Jorge Alderete, jefe de la seccional 1ª.
Durante las dos horas posteriores, la gente se agolpó alrededor de la cinta que demarcaba la zona destruida, observando el trabajo de los especialistas en explosivos de la división Bomberos. Un rato antes de la explosión, dos caravanas que promocionaban la "Semana del Estudiante" de dos colegios habían rodeado la plaza, lanzando bombas de estruendo, según comentaron los testigos. "No se encontraron rastros de bombas de estruendo", aclaró el comisario Víctor Sánchez, jefe de Operaciones Policiales, quien confirmó que las cámaras de seguridad captaron el momento de la explosión.
La hipótesis
Debajo de los asientos, que estaban ubicados uno al lado del otro, hay un espacio vacío (una especie de depósito, dijo la Policía.), que tenía basura. Una primera versión de la Policía indicaba que los residuos podrían haber generado un gas tóxico, provocado por el calor, que se mezcló con algún otro elemento combustible. Pero esa hipótesis fue descartada de plano por los Bomberos. "Eso no tiene sentido", dijo el jefe de Bomberos, Néstor Osores.
Dos latas de aerosoles de gas butano fueron encontradas en el lugar. Nadie sabe desde cuándo estaban allí, ni si fueron colocadas a propósito para generar la explosión. Qué provocó que ayer a las 13.45 volaran los bancos es lo que los peritos aún no pudieron determinar, y no descartan que pueda haber sido una colilla de cigarrillos o un encendedor.
A las 16 llegó al lugar la fiscala de Turno María de las Mercedes Carrizo. Luego de dialogar con los peritos de Bomberos, recorrió la plaza y luego fue al Centro de Monitoreo y Control para ver el video de la explosión. "Quiero ver primero quién fue el autor del incidente. Por eso pedí que me den imágenes nítidas", dijo Carrizo luego de ver la grabación, y no descartó que la explosión haya sido intencional.
El adolescente herido, por su parte, fue trasladado al hospital de Niños. Tenía golpes leves y quedó en observación durante la tarde, por el shock emocional que tenía.
A la noche, cuando las cintas de seguridad habían sido retiradas, la zona de la explosión se convirtió en una especie de atractivo para los tucumanos, que tomaban fotos con sus teléfonos celulares. "Esto es grave. No puedo creerlo", dijo Cecilia. En grupo, analizaban las distintas conjeturas de lo que pasó. "Esto tiene que haber sido un atentado, que no lo disfracen de otra cosa", lanzó, con sorna, Juan Carlos.